el impacto en las minorías sirias parece estar vinculada al contexto de la situación actual en Siria, especialmente tras la caída de Bashar al-Assad en diciembre de 2024 y el ascenso de Hayat Tahrir al-Sham (HTS) como autoridad de facto, liderada por Ahmed al-Sharaa (Al-Julani). Basándome en la información disponible hasta el 11 de marzo de 2025 y en el marco de tus mensajes previos, te doy un análisis crítico del impacto en las principales minorías sirias: alauitas, cristianos, drusos y kurdos.
Alauitas
Los alauitas, una minoría chií que representa alrededor del 10-12% de la población siria, han sido históricamente asociados con el régimen de los Assad, quienes provienen de esta comunidad. Tras la caída del régimen, han enfrentado un impacto significativo. Hay reportes de represalias violentas en regiones como Latakia y Tartús, bastiones alauitas, donde se han documentado enfrentamientos desde febrero de 2025. Por ejemplo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó el 9 de marzo de 2025 sobre más de 1.000 muertes en dos días, muchas de ellas en zonas alauitas como Jableh y Baniyas, atribuidas a "matanzas generalizadas" contra esta minoría. HTS ha negado responsabilidad directa, afirmando que combate una "insurgencia naciente" de exleales a Assad, pero autoridades han reconocido "casos particulares" de abusos durante estas operaciones, lo que sugiere una mezcla de violencia sectaria y caos posconflicto. El miedo entre los alauitas es palpable, con desplazamientos masivos y protestas exigiendo seguridad, como una manifestación en Tartús en enero de 2025 contra secuestros atribuidos a HTS.
Cristianos
Los cristianos, que constituyen cerca del 5-10% de la población, también enfrentan incertidumbre. Históricamente, convivieron con el régimen de Assad bajo una relativa protección, pero la llegada de HTS, un grupo de raíces salafistas, ha generado temores de persecución. Aunque Al-Julani ha prometido públicamente respetar a las minorías, incluyendo a los cristianos, y ha destacado su coexistencia histórica en Siria, hay señales contradictorias. En Idlib, bajo control de HTS desde 2019, las iglesias han podido operar desde 2020, pero con restricciones como la prohibición de campanas o cruces visibles. Tras la toma de Damasco, algunos reportes en X y medios alternativos denuncian ataques a cristianos en áreas rurales, aunque no hay consenso en fuentes verificadas sobre su escala. La narrativa oficial de HTS busca proyectar tolerancia, pero la desconfianza persiste, alimentada por su pasado como filial de Al-Qaeda y por cambios en los libros escolares que introducen interpretaciones islámicas radicales, según un análisis de Chatham House de diciembre de 2024.
Drusos
Los drusos, un grupo etnorreligioso de aproximadamente el 3% de la población, concentrados en el suroeste (como Suwayda), han mantenido una postura ambivalente durante la guerra civil, resistiendo tanto al régimen como a los rebeldes. Con HTS en el poder, su situación es compleja. En Idlib, HTS ha devuelto tierras a drusos y restaurado santuarios desde 2020, un gesto pragmático para ganar apoyo. Sin embargo, en los Altos del Golán ocupados por Israel, los drusos sirios enfrentaron represión en 2024 por protestar contra proyectos israelíes, y ahora temen que HTS intente imponer control en el sur de Siria. Netanyahu ha advertido en febrero de 2025 que no tolerará presencia de HTS cerca de estas zonas, lo que podría exacerbar tensiones. Por ahora, no hay evidencia masiva de persecución directa, pero su futuro depende de cómo HTS equilibre su ideología con las dinámicas locales.
Kurdos
Los kurdos, alrededor del 10% de la población y concentrados en el noreste, controlan una región autónoma bajo las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), respaldadas por EE.UU. Su relación con HTS es tensa, ya que este último, aliado de Turquía (enemiga de los kurdos), representa una amenaza potencial. Tras la caída de Assad, los kurdos han mantenido sus posiciones, incluyendo pozos petrolíferos clave, pero enfrentan enfrentamientos con fuerzas proturcas en el norte. HTS ha ofrecido mensajes de "unidad" a los kurdos, como en Alepo en 2024, pero su historial de enfrentamientos con milicias kurdas en Idlib sugiere que el pragmatismo actual podría ser táctico. La presencia de 2.000 tropas estadounidenses y la lucha contra ISIS refuerzan la autonomía kurda, pero un avance de HTS o Turquía podría desencadenar un conflicto mayor.
Contexto General
HTS, consciente de su designación como grupo terrorista y de la necesidad de legitimidad internacional, ha adoptado un discurso de inclusión desde 2024, prometiendo no imponer un califato estricto y respetar la diversidad siria. Sin embargo, su historial en Idlib —donde ejecutó civiles y reprimió disidencia— y los recientes episodios de violencia sectaria sugieren que estas promesas podrían ser más estratégicas que genuinas. Las minorías, que suman cerca de un tercio de la población, son un termómetro clave de la transición. La UE y EE.UU. condicionan el alivio de sanciones a la protección de estas comunidades, pero el vacío de poder y la fragmentación territorial dificultan la estabilidad.
En conclusión, el impacto en las minorías sirias es mixto: temor y desplazamiento entre alauitas y cristianos por violencia real o percibida, cautela entre drusos ante un futuro incierto, y resistencia kurda frente a posibles amenazas. La capacidad de HTS para pasar de una milicia yihadista a un gobierno inclusivo está en duda, y los próximos meses serán decisivos.